sábado, 10 de diciembre de 2016


Luces Encendidas

\
6 de diciembre

LOS HOMBRE TAMBIÉN DEBEN LLORAR

El que los hombres no deben llorar es incierto. Un psicólogo británico, el doctor James Fairfax, ha dicho que unas de las causas principales por la cual las salas de los hospitales mentales están atestadas de hombres se debe a que éstos lloran muy poco. "El llanto - nos dice el doctor Fairfax- es una magnífica válvula de seguridad. Calma la tensión como ninguna otra terapéutica. Se nos enseña a controlar nuestras emociones, pero a ningún ser humano le perjudica llorar cuando esta triste". La creencia del que el hombre se disminuye en su hombría cuando llora es falsa. No habrá necesidad de ir al pasado, en nuestro mundo contemporáneo encontramos que hombres tan viriles como Winston Churchill y De Gaulle no se avergonzaban de llorar en público. Que lloren las mujeres y los hombres que se tragen sus lágrimas, es el pensamiento que priva en las mentes de muchos. Cuando Boabdil, el último de los reyes moros contempló por última vez a su Granada perdida con los ojos bañados en lágrimas, su madre, Ayxa, le dijo: -Lloras como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre-.Y Guillermo Vanderbilt, el conocido millonario norteamericano, invitó una vez a un famoso humorista para que fuese a su yate a divertir a sus huéspedes con sus chistes ingeniosos. Todos rieron a más no poder y lloraron un poco. Días después el actor recibía una carta acompañada de un cheque por la suma de tres mil dólares y una nota que decía: "Usted nos ha proporcionado lágrimas y risas, pero puesto que las risas valen más que el llanto, deseo pagarle de esta manera: Por las lágrimas que seis veces usted nos hizo derramar, seiscientos dólares. Por la risa que usted nos provocó dos veces, Dos mil cuatrocientos dólares." Se nos ocurre pensar que ni la madre del rey moro ni el millonario estuvieron en lo justo. ¿Porque no llorar cuando se pierde aquello que no es más querido? ¿Porque no derramar lágrimas cuando se hieren las fibras más sensibles de nuestro espíritu? Cuando no haya otro modo de expresar nuestros sentimientos no habrá un lenguaje más elocuente que el de las lágrimas. El dolor de los seres que amamos. La dureza de los corazones no arrepentidos. Nuestra propia fe perdida. ¡Son tantas las cosas por las cuales debemos llorar! Dejemos que nuestro manantial oculto de las lágrimas se derrame a raudales.

Oración: señor, lloramos y tu bienaventuranza llega a nosotros. Tú tienes bálsamo de consuelo para nuestro llanto. pero haznos más sensibles al sufrimiento y a las necesidades de nuestros hermanos en este mundo Amén.

Pensamiento: Nada más saludable para el espíritu que unas lágrimas bien lloradas.

   

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.