jueves, 24 de marzo de 2022

África

 Entrevista a Kemi Seba: Rusia está en guerra contra el globalismo


Kemi Séba

La operación militar rusa en Ucrania ha cambiado por completo el mundo, pues es el comienzo del fin del mundo unipolar y el nacimiento del mundo multipolar. Muchos movimientos lo perciben de esa manera, incluyendo los principales enemigos de la globalización en África: el panafricanismo busca unificar a los países africanos con la intención de proteger su identidad junto con su soberanía cultural y geopolítica. Uno de nuestros corresponsales de Katechon en África entrevisto a Kemi Seba, quien es el principal representante contemporáneo de este movimiento, líder de la organización Urgences panafricanistes.


– ¿Cómo afectará la guerra en Ucrania el equilibrio del poder actual? ¿Acaso África sufrirá grandes cambios debido a esta?


– Lo que está pasando ahora en Ucrania afectará a todo el mundo y no sólo a África, ya que esta última ya se encuentra en guerra contra el globalismo. Esta guerra es una lucha entre los defensores del globalismo y quienes defienden la multipolaridad. Por lo tanto, la guerra entre Ucrania y Rusia es en realidad un enfrentamiento entre quienes desean “occidentalizar” a la humanidad contra los que quieren proteger la identidad de los diversos pueblos del mundo. La lucha de Vladimir Putin en contra de la OTAN y Occidente afectará tanto a África como a otros continentes. Occidente no solo quiere destruir a Vladimir Putin sino también a África, América Latina y el Oriente Medio, pues el objetivo del globalismo es desestabilizar a todos los continentes por igual. Una mayor desestabilización de Occidente beneficiaría a todos aquellos que luchan contra el neoliberalismo en todas sus formas.


– Las autoridades de algunos países africanos afirman que Ucrania esta intentando reclutar a sus ciudadanos para ir a la guerra (especialmente en Senegal). ¿Qué es lo que piensa de eso?


– Creo que se trata de una actitud colonialista que los ucranianos han copiado de sus amos occidentales, ya que quieren que los africanos trabajen para ellos y no por el bien de África. Se trata del típico deprecio que sienten hacia nosotros y lamento muchísimo que existan africanos que hayan decidido unirse al bando de Zelensky y la oligarquía occidental.


– Resulta interesante que tanto a Rusia como a Mali les hayan impuesto sanciones. ¿Cree que es posible vencer estas sanciones de alguna manera?


– La razón por la que defendemos la multipolaridad tiene que ver con la creación de una alianza entre los diferentes polos y civilizaciones que se enfrente a este modelo único que nos quieren imponer.


– Varios movimientos militares defensores de la patria han llegado al poder este año en África. Sin embargo, Occidente ha hecho un llamado para que los militares les entreguen el poder a los civiles. ¿Considera que los militares deberían escuchar estas peticiones?


No creo que sea necesario entregarle el poder a los civiles, especialmente porque algunos de los mejores líderes de África fueron militares como Gadafi, Thomas Sankara o Gerry Rawlings. La libertad de África puede ir de la mano de los militares. Además, debemos tener en cuenta que muchos civiles africanos trabajan para Occidente (el cual, en última instancia, quiere dominar nuestros países), aunque existen otros, como nosotros, que son anti-globalistas y defienden la soberanía de los pueblos. Por eso nos aliamos a los militares que tienen ideas parecidas a las nuestras.


– ¿Podría explicar mejor este punto?


– Personajes como Ben Servo (seudónimo del activista Adam Diarra) que es un militar han llegado al poder en nuestro país. También existen civiles como Ousmane Sonko en Senegal, que es muy cercano a su pueblo y que ha ido ganando prestigio.


– ¿Por qué razón el movimiento panafricano apoya a Rusia, una potencia extrarregional, en su lucha contra Occidente?


– Porque consideramos que Rusia está desafiando la hegemonía occidental. Igualmente cooperamos con Venezuela, Cuba e Irán. Simpatizamos tanto con Rusia como con Irán y estamos dispuestos a cooperar con todas las fuerzas que luchen contra el globalismo en todas partes. Los africanos buscamos en primer lugar nuestra liberación y para eso queremos contar con el apoyo de todos aquellos que nos quieran ayudar. Otros movimientos de liberación, como Hamas en Palestina, han hecho lo mismo. Hace parte de las tradiciones de resistencia de nuestros pueblos.


– Hablando del panafricanismo. ¿Cuáles cree que son los principales componentes de su ideología o acaso defiende alguna “Idea” de África?


– Considero que África, en su versión tanto musulmana como cristiana, volverá a sus tradiciones, pues existen varios movimientos de este tipo. El panafricanismo se fundó precisamente sobre esta Idea de África y es precisamente ella la que une no solo a las grandes familias lingüísticas de nuestro continente, que hacen parte de una única macro-familia, sino también al hecho de que somos herederos de una única civilización que comparten unos mismos objetivos y un mismo destino común. Podríamos hablar de una especie de Dasein africano.


– ¿Cuál cree que será el futuro de África?


– Creo que nuestro futuro será una defensa de nuestra soberanía, una defensa de nuestros recursos y el asociarnos con quienes queramos y no con quien nos impone algo. Además, debemos crear un África soberana culturalmente lejos de los estereotipos que intentó imponernos Occidente. Por ejemplo, las películas iranies están llenas de referencias a la cultura persa o islámica. Debemos defender este componente cultural. Por lo que la Nueva África que nosotros queremos crear debe ser soberana a nivel cultural, ideológico, económico y político.


Análisis: Por un nuevo modelo africano


Sâa François Farafín Sandouno


La ausencia de independencia ideológica


En la década de 1960, las naciones africanas obtuvieron su independencia, pero no de facto. Ser independiente no significa sólo tener el control de la propia primacía territorial. Es necesario poder aplicar un paradigma singular en la perspectiva de una multipolaridad geopolítica. Este ha sido el problema fundamental de África, de haberse enraizado en ideologías exógenas concebidas por otros, para otros, y por tanto no en correspondencia con las realidades del continente africano. Después de la colonización, varias naciones africanas adoptaron ideologías como el liberalismo, el comunismo, el socialismo, el capitalismo, la socialdemocracia, etc.


La voluntad de un socialismo afroendógeno para un renacimiento africano


En ese momento, el mundo estaba dividido en dos bloques bipolares: el bloque comunista soviético al este y el bloque capitalista occidental al oeste. En este contexto de guerra fría, las neonaciones africanas se han visto obligadas a elegir una posición muy concreta para ser reconocidas y apoyadas frente a un mal emergente, el neocolonialismo occidental. No se puede negar que la Unión Soviética bajo el liderazgo de Nikita Khrushchev aportó un gran apoyo a los movimientos de liberación anticolonial en África, pero esto sucedió desde un punto de vista puramente ideológico, ya que era necesario difundir los ingredientes del marxismo. leninismo en todo el continente africano. Respetables personalidades panafricanas como Ahmed Sékou Touré (primer presidente de Guinea), Kwame Nkrumah (primer presidente de Ghana) o Mathie Kérékou (primer presidente de la República Popular de Benín tras un golpe de estado) han optado por este camino. Sin embargo, no todos los líderes africanos aceptaron el marxismo-leninismo, ya que sintieron que era un pensamiento demasiado limitado para las necesidades y realidades de los africanos, a excepción de algunas ideas, que son la esencia del humanismo panafricano, como la solidaridad, anti- capitalismo, soberanía popular y antiimperialismo. El rechazo de la eterna lucha de clases y la aceptación de la religión como parte integral de las sociedades africanas tradicionales constituyó el principal punto de separación entre el socialismo africano y el marxismo soviético. Es esta dinámica la que ha llevado a algunos líderes africanos a emprender un socialismo africano endógeno. Entre estos podemos mencionar a Julius Nyerere (primer presidente de Tanzania) quien teorizó en el libro ''Ujamaa: Essays on socialism'', un modelo de socialismo sin marxismo y sin capitalismo. Su concepción de Ujamaa debía basarse en el comunitarismo, porque creía que las sociedades africanas eran comunales, y no comunistas, sin, sin embargo, que los principios de igualdad, solidaridad, compartir y fraternidad fueran borrados.


“El africano no es comunista en su pensamiento; es, si se me permite usar una expresión, basado en la comunidad”. Julius Kambarage Nyerere.


Para Nyerere, la eterna lucha de clases en África no tenía sentido, porque el hombre no podía dividirse en grupos (en este caso en clases). El socialismo tuvo que poner al Muntu (persona) en el centro de la comunidad y del pueblo. Esta reflexión no eliminará en modo alguno su dinámica anticapitalista visceral. Para él, el pueblo debe oponerse al capitalismo internacional y no oponerse a sus semejantes en sociedades donde las clases nunca han existido (a diferencia de Europa). En África, históricamente ha habido castas tradicionales que armonizaban la vida de la ciudad o del pueblo, que practicaban la cohesión social de manera equitativa, pero nunca ha habido subordinación de un grupo específico a otro. Un pensamiento paralelo se encuentra en el libro "Consciencism" de Kwame Nkrumah. Este último tuvo su fase marxista-leninista, pero no aceptó sus principios plenos y completos. También para él, la religión formaba parte de la vida de los africanos. Personalidades como Nyerere, Nkrumah y otros contemporáneos panafricanos habían intentado, por tanto, emprender un camino alternativo a los modelos ideológicos derivados del mundo occidental y soviético. El socialismo en sus diversas variantes africanas funcionó mientras no faltó el apoyo del poder soviético en ese momento. Los líderes africanos habían visto a este último como un aliado fundamental en la oposición al bloque capitalista occidental e imperialista. Pero cuando la URSS empezó a "cojear" políticamente hablando, a implantar una cierta liberalización y apertura al bloque,  las naciones africanas se han convertido en huérfanas ideológicas abandonadas a su suerte.


África ideológicamente huérfana: ¿qué soluciones?


En 1945 el nacionalismo, en su deriva chovinista e imperialista que caracterizó a Europa, fue derrotado ante el eje liberal. Desde entonces, la diatriba ideológico-política se había vuelto bipolar entre liberalismo y comunismo/socialismo. El derrumbe del Muro de Berlín y la descomposición de la URSS dieron paso a la última ideología que es la atlántica-liberal. En este contexto posbipolar, África se ha encontrado perdida, huérfana, sin singularidad ideológica y ha integrado el neoliberalismo en su paradigma civilizatorio. La socialdemocracia (socialismo reformista con liberalismo económico moderado) se impuso rápidamente en oposición a los micronacionalismos y socialismos revolucionarios de la independencia africana. Hay por tanto una línea política y económica que sustenta conceptos que no se corresponden con nuestras realidades africanas. El único camino a seguir es el del panafricanismo, siguiendo los pasos de los padres de la independencia, adaptado a las realidades de nuestro tiempo. Una personalidad, Kemi Seba, figura destacada de la resistencia africana en el siglo XXI y presidente fundador de la ONG Urgences Panafricanistes que represento en Italia, alude a ello en su libro "L’Afrique libre, ou la mort".


Hoy necesitamos una filosofía política africana que no sea ni comunista, ni liberal, ni micronacionalista, ni globalista, ni socialdemócrata, sino 100% panafricana y endógena. Una filosofía centrada en el Ubuntu (humanismo africano), el mutualismo, la identidad africana, el federalismo en vista de la creación de un bloque soberano, multipolar y antiimperialista de la civilización africana, el rechazo al capitalismo, la Tradición Primordial cualquiera que sea nuestro ámbito religioso y la Mujer Negra, porque es el motor y la matriz, así como el pilar de nuestras vidas.


Podemos resumir estos conceptos bajo el nombre de "Afrocracia". Porque es en estas realidades antes mencionadas donde radica el destino de nuestro verdadero poder. La descolonización económica y política es vital, pero la descolonización ideológica es un factor urgente para un renacimiento africano.


El Espia Digital



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.