Híbrido Poético
Que Dios bendiga el zapatón derecho del cura que bendijo tus anhelos.
Ojalá y roben tu cama para que vengas a dormir a la mía.
Y si ese bendito ladrón es torpe y no logra su cometido,
entonces cavaría un narco-tunel de tu cama a la mía.
Para que mi mejilla descanse en tus caderas.
El sonido de tu mirada me sepa a menta.
La fragancia de tu cuerpo se escuche en Praga.
Y que el tacto de tu oído me huela a deseo.
Pavel Salas
Fuente: Un poquito de aquí, un poquito de allá y un poquito mio.
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